Angelete, uno de los torreros participantes a la corrida celebrada en la Plaza de Madrid, el 30 de julio de 1916,
el primer día de rodaje de la película Sangre y Arena |
El periodista Pedro Mata, resumiendo en su artículo1 la figura del escritor valenciano, comentaba:
Cuentan los periódicos que ha llegado á Madrid el gran novelista Blasco Ibáñez. Blasco Ibáñez es uno de los hombres más interesantes que conocemos. Ejemplar representativo del español meridional, inquieto, artista, imaginativo, inteligente, versátil, audaz y aventurero, en el buen sentido de la palabra, ha sido en menos de veinte años todo lo que puede ser un levantino: revolucionario, político, cacique, sugestionador de muchedumbres, orador fogoso, novelista, periodista, editor, colonizador y emigrante. Si en cualquiera de estas empresas le hubiera sido dable cambiar la versatilidad y la fantasía por un poco de espíritu práctico francés, por un poco de positivismo norteamericano ó sencillamente por un poquito de terquedad sajona, á estas horas Blasco Ibáñez sería, sin duda alguna, multimillonario. Mas como, en equitativa compensación de otras cualidades con que le dotó espléndidamente la fortuna, carece de éstas que son indispensables en estos tiempos de ruda competencia, para hacer dinero ha tenido que retrotraerse á sus primitivas aficiones, y en París está escribiendo novelas y colaborando, como en los días felices de su exaltación literaria, en periódicos y revistas.
Es decir, ahora no está en París; está en España. Ha venido,
según parece, á presenciar—á dirigir, mejor—la impresión en film de su novela
Sangre y arena, cuyo derecho de adaptación cinematográfica le acaba de comprar
una casa extranjera de películas.
Vicente Blasco Ibáñez, en Madrid, julio 1916.
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En la mañana del sábado 29 de julio, Blasco se presentaba en al Ayuntamiento acompañado por dos importantes personajes: el consejero Antonio Casero y el ex-torero Antonio Bono o Regaterín. En la prensa de este día, más preciso en el periódico La Acción, – de orientación monárquica y germanofilia, especializado en el libelo y la difamación política –, se publicaba la noticia con cierto tono irónico:
Regaterín- Antonio Boto |
Esta mañana estuvo en
el Ayuntamiento el escritor aliadófilo a pedir permiso al alcalde para
impresionar mañana, en la calle de Alcalá, la entrada a los toros de la corrida
que se celebrará, por la tarde y hacer una especial petición, que contribuirá a
dar más importancia a la película.
Quiere Blasco Ibáñez
que mañana la Guardia Municipal que presta servicio de vigilancia en las
bocacalles y en los alrededores de la plaza vaya vestida de gala.
El alcalde ha dado las
oportunas órdenes para que mañana la Guardia Municipal vista de gala.
Antonio Casero y
Regaterín estaban en el Ayuntamiento cuando fue Blasco Ibáñez, y entre ellos
hubo conciliábulos. Casero prestará
también una eficaz ayuda a Blasco Ibáñez.[...]
Mañana por la tarde
comenzará a impresionarse la «film» «Sangre y arena». El operador se colocará
frente a Fornos, y desde allí irá tomando los distintos incidentes de la
entrada a los toros; después, dentro de la plaza, recorrerá las distintas
dependencias: caballerizas, enfermería, capilla, patio de caballos, corrales,
etc., y algún episodio de la lidia quedará también dentro de la maquina cinematográfica2.
El día siguiente, el periódico republicano El País confirmaba la noticia adicionando algunos detalles más:
Dijo ayer el alcalde interino que, acompañado de D. Antonio Boto, le había visitado el Sr. Blasco Ibáñez con el objeto de solicitar del Ayuntamiento la obtención de toda clase de facilidades para impresionar a las cuatro de la tarde, en la calle de Alcalá, una película de Sangre y arena, utilizando a la Guardia municipal de uniforme de gala, la gente que va camino de la Plaza de Toros, un picador a caballo y, si puede ser, aprovechando el momento de que pase un entierro.
Pascual Ruiz Salinas Plaza,
Teniente de alcalde del distrito
del Centro en 1916
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El día siguiente, el periódico republicano El País confirmaba la noticia adicionando algunos detalles más:
El Sr. Ruiz Salinas, muy complacido, se oferció incondicionalmente al gran novelista. Despues éste saludó a los reporteros, explicándoles la misión que le ha traído a Madrid y la que le llevará mañana a Sevilla y Granada, para volver más tarde a Barcelona3.
Efectivamente, en la tarde del domingo 30 de julio: Los operadores comenzaron a trabajar en la calle de Arlabán, frente al despacho de billetes de la Plaza de Toros, y por la tarde reanudaron su tarea en la calle de Alcalá y en la plaza de Castelar5.
La plaza Castelar está animadísima media hora antes del festejo contemplando a los peliculeros que sobre un coche plataforma impresionan al natural las escenas culminantes de la primera parte de la novela de Blasco Ibáñez, «Sangre y Arena»4.
Un operador, provisto de su correspondiente máquina, se colocó en varios puntos de la calle de Alcalá para impresionar el paso de los coches, automóviles, tranvías y público.
Madrid, 1915. La calle de Alcalá, camino a la Plaza de toros
de la Fuente del Berro.
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Un domingo, a principios del siglo XX, camino a la Plaza de
toros de Madrid.
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La llegada a la Plaza de toros de Madrid a principios del
siglo XX.
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La entrada a la Plaza de toros de Madrid, principios del
siglo XX.
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Se impresionó el paso
del coche de los toreros, la llegada y descenso de los diestros, la entrada del
público en la Plaza, grupos de picadores y monos a caballo; en suma, multitud
de detalles.
El público seguía con
curiosidad estos trabajos en plena vía pública y a la hora de mayor animación
en los alrededores de la Plaza.
La mayor dificultad
fue realizar uno de los propósitos de los que impresionaban la película: el
encuentro de uno de los diestros – picador, banderillero, etc.- con un
entierro, que como se recordará, constituye uno de los pasajes de la obra6.
En el patio de
caballos la labor fue más prolongada y difícil por tener que vencer las
dificultades que ofrecía el tono de luz de las diversas dependencias.
La tarea terminó «sorprendiendo» la salida de los espectadores de la plaza5.
La prensa taurina también comentaba el evento de aquel
domingo, pero a su manera:
Con una entrada muy floja se celebraba la novillada anunciada con toros de la viuda de Soler, y a cargo su pasión y muerte, de Ale, Pacorro y Angelete.
Con una entrada muy floja se celebraba la novillada anunciada con toros de la viuda de Soler, y a cargo su pasión y muerte, de Ale, Pacorro y Angelete.
Cuando vamos a la
plaza, nos vemos sorprendidos con cuatro máscaras vestidas de luces que en un
landeau se «peliculean» en la calle de Alcalá. Según nos informan se trata de
impresionar la película «Sangre y Arena» de Blasco Ibáñez.
Nos parece mal la guardarropía en este asunto. 7
Nos parece mal la guardarropía en este asunto.
En aquella época las corridas se celebraban en la llamada
Plaza de toros de Fuente del Berro, de Goya o de la carretera de Aragón, que
entre 1874 y 1934 fue la Plaza de toros
Madrid.
Plaza de toros de Madrid principios del siglo XX.
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Años más tarde, en una entrevista, Matilde Domenech —la
intérprete de Carmen en la película— al referirse a las imágenes tomadas en la Plaza de toros, comentaba:
Y se ven varios tendidos llenos de
público... Son tendidos fotografiados de una corrida verdadera, a los cuales se
ha agregado un tendido ocupado por comparsas9.
Los tendidos de la corrida en una escena de la película Sangre y Arena donde el principal
protagonista es el publico
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Escena de la película de Sangre
y Arena con los actores en los tendidos de la plaza.
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Durante aquella fiesta taurina fueron grabadas las primeras
escenas del ruedo, imágenes que en la película inicial hacían parte del prólogo
pero luego, cuando este fue suspendido, se incluyeron en la obra8. Según se mencionaba más tarde en la prensa, en la corrida del domingo se hicieron los primeros
metros de la película: la ida a los toros, la salida de la cuadrilla, la capilla,
la enfermería, la lidia,etc.20.
Las demás escenas del espectáculo taurino — rodadas también al natural — se filmaron
a finales de septiembre, en la Plaza de
toros de las Arenas de Barcelona.
Matilde Domenech, en la entrevista mencionada comentaba como se realizaron algunas escenas que presentaban el espectáculo en el ruedo:
...aparece
el torero Gallardo dando unos capotazos y unos pases... El que los da en
realidad no es el protagonista de la acción; es un torero que se le semeja.
Hasta que le coge el toro, y entonces este torero se cambia por un pelele..9.
Gallardo. Escena de Sangre
y Arena - 1916
|
Sangre y Arena –
1916. Escenas de la película en el ruedo.
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Finalizado el rodaje en Madrid, Blasco Ibáñez y su equipo seguian el itinerario marcado; y con todos estos materiales, autor, actores y operadores salieron el lunes para continuar la impresión en el escenario esplendoroso de Andalucía1. Llegaron a Sevilla el 2 de agosto10; les acompañaba Salvador Castelló11, el operador de cine, encargado de la fotografía de la película. En 1916 el joven Castelló trabajaba con el nuevo Laboratorio de Castelló y Donoso y colaboraba con la productora catalana Barcinógrafo; a finales de julio se unió al equipo de Prometeo Film, la empresa cinematográfica que iniciaba en Madrid la producción de «Sangre y Arena», y participó como operador37 en la película dirigida por Blasco Ibáñez y Max André .
El inédito evento fue muy publicitado por la prensa
cinematográfica de la época. También la prensa dedicada a criticar constante e
injustamente a Blasco, aprovechó el momento para comentar:
Este Blasco Ibáñez, a quien
su Patria tributó homenajes de admiración, a quien siguieron como a un apóstol masas
de ingenuos compatriotas, a quien abrió su nación las puertas de la fama
literaria y de la alta política, este Blasco Ibáñez vuelve ahora España en busca
de materiales para labrar en extrañas latitudes el descrédito de su país.[…] A
la misma Sevilla, en donde se halla Blasco Ibáñez arrojando paletadas de rojo a
su pandereta, ha llegado una compañía yanquifrancesa que proyecta impresionar una
película con episodios de la vida de Cristóbal Colón. El contraste es tan elocuente
y abrumador, que hace ocioso todo comentario21.
Finalmente, la tan publicitada producción cinematográfica — que con un coste muy cerca de medio millón de dólares38 y con un generoso respaldo oficial—, resultó siendo la más
cara película realizada hasta entonces en territorio español y no tuvo nunca el
éxito esperado ni mucho menos.
El equipo técnico y artístico de la película La vida de Cristóbal Colón y su
descubrimiento de América – 1916
|
Una vez en Andalucía, el equipo de Prometeo Fim, con un modesto presupuesto y grandes desafíos, seguía adelante con su proyecto. Comprometido con la meta de difundir el arte y la cultura, Blasco consideraba que el cine es el lenguaje universal y la obra que a él se confié, podrá ser transmitida, tal como su autor la concibió, a todos los públicos del mundo14. Según Max André, Blasco no quiere hacer una película naturalista, [...] sino elevar a documentos los personajes y crear ambinete14. Aunque algunos artículos de la prensa criticaban la película antes de que sea realizada, afirmando que Blasco Ibáñez se presentará ahora con su película de Sangre y arena para corroborar la españolada13, el novelista convertido en cineasta había declarado su firme propósito de hacer algo definitivo y muy nuestro; opinaba que España presenta maravillosos escenarios naturales que pueden ser aprovechados por la cinematografía. Decía: Yo iré a buscar todos nuestros espectáculos castizos: la calle de Alcalá y la puerta, en tarde fanfarrona y rutilante de corrida; las piedras gloriosas de Granada y los rincones toreros de Sevilla15.
Durante el rodaje de su película «Sangre y Arena» en Andalucía Blasco intenta captar determinados ambiente que guardan relación directa o indirecta con la fiesta taurina. En los alrededores de Sevilla fueron grabados algunos paisajes rurales, y las imágenes del campo, el ambiente del típico cortijo de la dehesa andaluza fueron tomadas en el cortijo de Merinales; otras escenas se desarrollan de los jardines del Alcázar.
V. Blasco Ibáñez durante el rodaje de Sangre y Arena, en el cortijo de Merinales Sevilla, agosto de 1916
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V. Blasco Ibáñez durante el rodaje de Sangre y Arena, en los
jardines del Alcázar, agosto de 1916
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V. Blasco Ibáñez durante el rodaje de Sangre y Arena, en Sevilla, agosto de 1916
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Matilde Domenech, la actriz en el papel de Carmen
en Sangre y Arena, 1916
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Recordando el rodaje de la película, Matilde Domenech contaba en la entrevista una de las anécdotas vividas aquellos días; comentando sobre la enérgica disciplina de los actores al tener que reunirse rápidamente cuando suena un pito que toca el director, decía:
En una de las escenas de «Sangre y arena» que se desarrollan en Andalucía, por el campo nos desparramamos...
Y dijo el señor Blasco Ibáñez:
—Yo querría merendar...
El artista que hacia el papel más importante de la obra pidió un caballo y fué a buscar la merienda; cuando llegaba con ella sonó el pito; tuvo que volver al trote, y allá se fueron redando los platos, las tortillas y los pollos..!
La actriz también mencionaba otra de las escena de la película donde actúa un doble:
En uno de los cuadros da «Sangre y arena» va Doña Sol a caballo, llega un toro, la acomete, y la arroja por el suelo. En este caso, Doña Sol no es... Doña Sol— Es un hombre que lleva sus vestidos. Y no se pone Doña Sol en su lugar, hasta que aparece en tierra, y está el toro a muchos metros de distancia9
En uno de los cuadros da «Sangre y arena» va Doña Sol a caballo, llega un toro, la acomete, y la arroja por el suelo. En este caso, Doña Sol no es... Doña Sol— Es un hombre que lleva sus vestidos. Y no se pone Doña Sol en su lugar, hasta que aparece en tierra, y está el toro a muchos metros de distancia9
Hablando de su proyecto cinematográfico en curso, Blasco decía: Con esta suma de elementos hábilmente utilizados, puede lograrse una producción cinematográfica eminentemente española, que pueda competir con ventaja con la de las demás naciones; entre los elementos mencionado, nombraba como muy importante nuestro tesoro de viejos monumentos históricos y nuestras interesantes tradiciones14.
En Sevilla, las soleadas calles, el grandioso monumento de la Giralda o el Palacio Real de Alcázar con su jardín, fueron escenarios para
los protagonistas de «Sangre y Arena».
Escena de la película Sangre y Arena - 1916. La torre de la Giralda de Sevilla. |
Escena de la película Sangre y Arena en los jardines del
Real Alcázar de Sevilla en 1916
|
Se impresionó todos los números de baile, pantomimas y
escenas para el mayor éxito de la celebrada
novela.
Todas las artistas y su profesor fueron ovacionadas
con gran entusiasmo por el distinguido público que presencio las escenas y
bailables de tan notables artistas. Al terminar, el señor Real fue muy
felicitado por el señor Blasco Ibáñez y distinguidas personalidades en las
letras y artes16.Sevilla. Bailes típicos en una escena de Sangre y Arena 1916 |
El maestro Realito con alumnos de su Academia de baile de Sevilla |
La barba cediendo paulatinamente su
longitud hasta desaparecer por completo. Su bigote ha quedado reducido a la
mínima expresión inglesa. La cabeza platea simpáticamente. […] Perdió grasa y
adquirió esbeltez…
En la capital hispalense, Blasco se hospedaba en el Gran Hotel de Oriente - Castor Callejo de donde el 4 de agosto, le escribía una carta al presidente de Hispanic Society of America – sociedad a cual pertenecía también el novelista –: ha tenido ocasión de admirar un hermoso busto de Cevantes obra del notable escultor sevillano D. Jose Lafita; recomendaba la obra del joven artista para el monumento que la sociedad americana estaba preparando en honor a Cervantes.
Sevilla en 1915 - El desaparecido Gran Hotel de Oriente
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En 1916 se celebraba el tercer centenario de la muerte de
Cervantes a quien Blasco Ibáñez profesaba una gran admiración. Aunque no tuvo
ninguna participación oficial en el evento, había manifestado su firme intención
de realizar para aquel mismo año «Don Quijote de la Mancha», una nueva producción cinematográfica:
… en cuanto acabemos «Sangre y Arena»,
que será dentro de tres meses, empezaremos la impresión de la nueva película,
que estará terminada, según mis cálculos, a últimos del corriente año14.
Lamentablemente, el novelista valenciano nunca pudo llevar a cabo su tan soñado proyecto cinematográfico.
Finalmente, Blasco salió para Granada el jueves 10 de agosto18.
Las escenas filmadas en Granada dan testimonio del carácter
particular de la película potenciando su valor etnográfico y documental. Blasco
le concedió extrema importancia a la imagen de España que debía ofrecer con su película. Decía:.. nosotros disponemos de
paisajes asombrosos, de monumentos históricos inapreciables, de leyendas, de
espíritu que comunicar y extender por el
mundo5.
Los monumentos filmados en Granada eran los más
representativos de la típica arquitectura andaluza. Se rodaron escenas en la
Alhambra, en el patio de los Leones y en el salón de Embajadores; los
protagonistas admiraban el panorama desde la Torre de la Vela y los bailes filmados tienen de fondo la Fuente de Carlos V.
Escena de Sangre y Arena en la Alhambra. Granada, 1916 |
Escena de la película Sangre
y Arena. Granada, 1916
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Escena de bailes de la película Sangre y Arena. Fuente de Carlos V, Granada, 1916 |
Desde Granada Blasco salía para Valencia, y el día 12 de agosto llegaba a su ciudad natal; el inesperado evento era comunicado por la prensa levantina:
Llegó el Sr. Blasco Ibáñez en el correo de Madrid, y después de abrazar en la estación a la familia, marchó en carruaje a la Casa Editorial «Prometeo»,
donde conversó por espacio de unos minutos con D. Francisco Sempere y D.
Fernando Llorca, regresando rápidamente a la estación del Norte.
En el expreso de Barcelona salió en señor Blasco Ibáñez para la ciudad condal19.
En el expreso de Barcelona salió en señor Blasco Ibáñez para la ciudad condal19.
Pocos conocían el verdadero motivo de esta corta visita; Blasco venía a Valencia por un perfume...
Desde hace
varios meses pedía a sus socios de Valencia aquel perfume. A finales de mayo, cuando
su hijo Mario había llegado a París, traía una botellita de un perfume que según
comentaba Blasco en sus cartas de principios de junio, era el que hace D. Sixto el de la Malvarrosa y que
se llama Flores de Valencia […] Es un perfume que huele a jazmín y azahar y me
gusta mucho, pues me recuerda a Valencia.
Un mes más tarde, cuando estaba en Barcelona, Blasco vuelve a solicitar el perfume, justificando: A mí es un perfume que me gusta porque me recuerda a Valencia, pero parece que nadie entendía que tan importante era para el escritor aquel perfume, y finalmente tuvo que ir personalmente por él. Desafortunadamente, la botella que le entregaron - aunque era de la misma Casa Robillard -, no contenía la fragancia que él había solicitado, pero esto lo descubría luego, cuando llegaba a París; les escribió a sus socios: Acabo de llegar a París y le escribo para manifestarle su equivocación en lo que se refiere al perfume. […] El que llevaba Mario se llama Brisas de Valencia o Perfume de Valencia, en fin algo que lleva el nombre de Valencia. Lo que Ud. me entregó es una mala imitación de violeta, como la que se vende por aquí. Lo que llevaba Mario es muy fuerte y huele a azahar: justamente me gusta porque huele como un naranjal de Valencia. […]este perfume representa para mí un gran placer y muchos recuerdos. Ya sabe "Perfume de Valencia", "Brisas de Valencia" o algo así: siempre de Valencia. Huélalo: es un olor fuerte de azahar y flores de ahí.
Nuevamente en Barcelona, Blasco y su equipo continuaban la producción de la película.
En una de sus cartas de aquella época el novelista le escribía a Sempere:
El film Sangre y Arena continúa cojonudamente. Hasta ahora no hemos tenido ningún tropiezo serio, y es casi seguro que el 15 del próximo habremos terminado el trabajo de impresión y sólo quedará el arreglo que equivale a la corrección de pruebas en un libro, y el tirar copias o ejemplares para la venta. Sale muy bien, es interesante y hermoso, y el éxito es seguro.
Un artículo20 de la prensa madrileña del 14 de agosto comunicaba
que la primera parte de la película ya
está hecha, y mencionando varios aspectos relacionados con el rodaje en
curso, consideraba que «Sangre y arena» ha
despertado enorme expectación; finalmente anunciaba:
La película «Sangre y arena» estará hecha en Octubre. A la Prueba que se dará en Barcelona irán gran número de personalidades relevantes en la cinematografía francesa.
La película «Sangre y arena» estará hecha en Octubre. A la Prueba que se dará en Barcelona irán gran número de personalidades relevantes en la cinematografía francesa.
Probablemente, fue durante esta estancia en Barcelona que
Blasco Ibáñez se empadronaba en la ciudad condal para poder registrar la marca de su empresa cinematográfica; a finales de septiembre se anunciaba en la prensa:
29.261. Don Vicente Blasco Ibáñez, residente en Barcelona.
Una marca de fábrica para distinguir cintas cinematográficas. Descripción de la
marca: Consiste en la palabra «Prometeo». El busto de un hombre desnudo que
tiene en la mano derecha una antorcha encendida, leyéndose debajo: «Casa
editorial cinematográfica». 22
El 22 de agosto Blasco se presentaba en el Gobierno civil al objeto de pedir al señor Díe y Mas el correspondiente permiso para impresionar en las Arenas uno de los episodios de la película, titulada «Sangre y Arena»23.
El siguiente día, la prensa valenciana comunicaba el acontecimiento de Barcelona: Para la impresión de la película basada en la obra de Blasco Ibáñez, Sangre y arena, esta noche se celebrará en la Plaza de las Arenas un espectáculo taurino privado24.
Fueron las últimas escenas filmadas en el ruedo. Allá mismo, en 1904, Segundo de Chomón había realizado para la productora Pathé Frères el documental de 105 metros, Corrida de toros en la plaza de las Arenas de Barcelona. En «Sangre y Arena», la plaza que aparece hacia el final de la película es la Plaza de toros de Madrid.
El 22 de agosto Blasco se presentaba en el Gobierno civil al objeto de pedir al señor Díe y Mas el correspondiente permiso para impresionar en las Arenas uno de los episodios de la película, titulada «Sangre y Arena»23.
El siguiente día, la prensa valenciana comunicaba el acontecimiento de Barcelona: Para la impresión de la película basada en la obra de Blasco Ibáñez, Sangre y arena, esta noche se celebrará en la Plaza de las Arenas un espectáculo taurino privado24.
Fueron las últimas escenas filmadas en el ruedo. Allá mismo, en 1904, Segundo de Chomón había realizado para la productora Pathé Frères el documental de 105 metros, Corrida de toros en la plaza de las Arenas de Barcelona. En «Sangre y Arena», la plaza que aparece hacia el final de la película es la Plaza de toros de Madrid.
Plaza de toros de las
Arenas de Barcelona, a principios del siglo XX
|
Escena de la película
Sangre y Arena. Plaza de toros de
Madrid, 1916
|
Fotografía de la película
Sangre y Arena. Plaza de toros de
Madrid, 1916
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Max André, el co-director de la |
Anoche terminamos el
n° más importante del film, o sea la procesión de noche a la luz del magnesio
en un pueblo inmediato a Barcelona. Ya no queda casi nada. Lo importante está hecho: Ahora,
mientras Max André corta, prepara, etc., yo me iré unos 10 días a Suiza, pues
lo necesito por salud.
Sobre aquella escena, Max André, el co-director de la película
comentaba: Por primera
vez en el cinematógrafo, nosotros no hemos impresionado vistas de noche en
pleno día. Una escena muy importante con más de 500 figurantes se impresionó a
las 10 de la noche, iluminando la escena por procedimientos artificiales. La
procesión de media noche de «Sangre y Arena», será un acontecimiento
cinematográfico del que se hablará mucho y que tendrá imitadores25. En su
habitación de hotel convertida en laboratorio, Max se quedaba acabando el film «Sangre y Arena».
Arreglando la composición del doble negativo unido con dos aparatos25.
Blasco, cansado y con un estado de salud alterado a consecuencia de su diabetes, salía de Barcelona el 16 de septiembre en el expreso de Francia26, para ir a Suiza; allá se hospedó en el Hotel Trois Couronnes de Vevey.
Blasco, cansado y con un estado de salud alterado a consecuencia de su diabetes, salía de Barcelona el 16 de septiembre en el expreso de Francia26, para ir a Suiza; allá se hospedó en el Hotel Trois Couronnes de Vevey.
Una autentica estampa del ambiente barcelonés de aquel comienzo de
otoño, cuando Blasco Ibáñez rodaba «Sangre y Arena» en la ciudad condal, la exponía en su articulo27 Miguel Duran y Tortajada (1883 – 1947),
un destacado escritor, periodista y editor valenciano:
Las Ramblas, la vía más barcelonesa de Barcelona, es a la
vez la más cosmopolita. A todas horas del día circulan por ellas las gentes más
diversas, al lado de aquellas otras que podríamos calificar de
"permanentes": los deportistas
de Canaletas, las vendedoras de flores, los lectores de los periódicos
expuestos en los kioscos, los cómicos de la Rambla del Centro, las demi-mondaines del Lyon d'Or y los
sempiternos "rambleadores".
En las Ramblas de Barcelona se agitan todas las pasiones y se funden también todos los rencores. Son como un mar que en su furor tempestuoso todo lo remueve, pero cuyas aguas, una vez iniciada la calma, que es su estado normal, todo lo purifican y todo lo borran.
En las Ramblas de Barcelona se agitan todas las pasiones y se funden también todos los rencores. Son como un mar que en su furor tempestuoso todo lo remueve, pero cuyas aguas, una vez iniciada la calma, que es su estado normal, todo lo purifican y todo lo borran.
El respectivo artículo comentaba también un encuentro de Blasco con Rodrigo Soriano, el antiguo enemigo político del novelista durante las enérgicas campañas republicanas de principios de siglo, en Valencia:
En estas populosas Ramblas, tan iguales y tan diversas, vimos
la otra noche, á poca distancia, desapercibidos, anónimos, dos hombres que en
Valencia, alcanzaron un tiempo, entre las masas, tempestades de odios,
desencadenaron pasiones violentas, proclamando el imperio de una guerra civil
absurda y estéril: Blasco Ibáñez y Rodrigo Soriano.
Ahora, estos dos hombres pasean por las Ramblas de
Barcelona. Blasco va acompañado de los artistas cinematográficos que
interpretan sus películas. Soriano, entre un grupo de amigos e intermediarios
políticos.
Las Ramblas, á las once de la noche, es la única hora en que
están desanimadas. La gente llena los cines, los teatros, los cafés.
Los dos grupos se cruzan, solos, en el centro del paseo.
Blasco y Soriano se miran con desprecio, pero no se acometen. Y los agravios
que el uno recibió del otro son de los que no se olvidan ni jamás se borran.[...]
Desapercibidos, anónimos, pasean por las Ramblas de Barcelona esos dos hombres, que fueron otro tiempo en Valencia caudillos adversarios de una guerra civil, ídolos de multitudes: hoy convertido el uno en empresario de grandes cintas cinematográficas, y el otro en aspirante á diputado á Cortes. Del primero, de Blasco quedan sus obras admirables; de Soriano no queda ya ni su arrogancia, qué acaba de poner a los pies de Lerroux.
Desapercibidos, anónimos, pasean por las Ramblas de Barcelona esos dos hombres, que fueron otro tiempo en Valencia caudillos adversarios de una guerra civil, ídolos de multitudes: hoy convertido el uno en empresario de grandes cintas cinematográficas, y el otro en aspirante á diputado á Cortes. Del primero, de Blasco quedan sus obras admirables; de Soriano no queda ya ni su arrogancia, qué acaba de poner a los pies de Lerroux.
En septiembre, la prensa cinematográfica española28 anunciaba que «Sangre y Arena» está del todo terminada, y elogiando a los que habían participado en su realización, escribía: Se dice mucho y bueno de la obra cinematográfica, en la que Mark Andrews ha puesto todos sus quereres y el joven Castelló todo su saber y sus entusiasmos de operador y de gran fotógrafo.
También el laboratorio barcelonés de Castelló y Donoso continuaba publicitando su participación en la película próxima a estrenarse.
Todo el material publicitario de «Sangre y Arena» —desde los folletos promocionales hasta los carteles de varias dimensiones— se realizaba en Valencia, según las recomendaciones de Blasco.
La edición francesa del folleto |
Antes de viajar a Suiza, Blasco había comunicado a los socios su intención de editar un folleto ilustrado: Cuando vuelva vamos ha (sic) hacer una especie de número sobre de ilustración o periódico sobre Sangre y Arena. Llevará 30 fotografías. Tamaño y papel, el de la Historia, con una bonita cubierta. Haremos una edición en español y otra en francés.
El diseño de los carteles se le había encargado a Francisco Povo, quien últimamente ilustraba la cubierta de algunos de los libros de Prometeo. Sobre el trabajo del ilustrador valenciano, en una carta de octubre, Blasco les comentaba a sus socios: lleva hechos cuatro carteles magníficos, lo mejor que ha producido en su vida. Una vez terminados los cinco carteles de la película, serían imprimidos a color en el taller de José Ortega de Valencia y distribuidos por todo el mundo.
El 3 de octubre, Blasco Ibañez se encontraba nuevamente en Barcelona de donde les comunicaba a sus socios:
El film Sangre y Arena estará
terminado para el 15. Ya le están dando la última mano. Antes de llevárnoslo a
París, Max André y yo (creo será para el 20) daremos una representación privada
para muy pocas personas.
Mientras
los técnicos realizaban el montaje de la película, Blasco continuaba su intensa
actividad editorial; en permanente comunicación a través del correo con los
socios de Valencia, les enviaba todo el material que consideraba necesario para
los proyectos en marcha que el mismo dirigía y supervisaba. La Editorial
Prometeo continuaba redactando y publicando la Historia de la guerra europea de 1914, seguía con la colección: Libros célebres españoles y extranjeros
y editaba los últimos volúmenes de El
libro de las mil noches y una noche.
Finalmente, en la noche del viernes 20 de octubre de 1916, se
presentaba la prueba privada de
«Sangre y Arena» en la elegantísima sala de la Casa Pich de Barcelona. La sala
citada pertenecía al establecimiento de Industrias Eléctricas y Exposición
Cinematográfica de Juan Pich, situado en la casa número 9 de la Plaza de
Cataluña. El sótano del respectivo edificio había sido decorado al estilo Luis XV
y habilitado especialmente para la proyección de películas.
Inaugurada a principios de aquel verano, la Casa Pich pertenecía al empresario
catalán Juan Pich y Pon (1878-1937), importante figura política de la ciudad
condal de aquella época; de filiación lerrouxista, era miembro del Partido
Republicano Radical y concejal del Ayuntamiento de Barcelona.
Después de la proyección de Sangre y Arena, la prensa catalana especializaba comentaba el evento pero sus artículos no ofrecían una critica cinematográfica propiamente dicha, el análisis o la evaluación de la película, sino más bien comunicaban la opinión personal de algunos periodistas; luego, se generó cierta polémica en torno a la película pero también en relación con las declaraciones de Blasco en sus entrevistas anteriores.
En primer artículo lo publicaba El mundo cinematográfico del 25 de octubre, elogiando la película y y reconociendo el mérito de Blasco en su realización:
A su llegada de Suiza, Blasco también le escribía a María,
su primera esposa, con la que mantenía el contacto epistolar, aunque se habían separado
definitivamente desde 1911; el 7 de octubre le comunicaba desde Barcelona:
Yo también he estado algo enfermo de influenza y aun me
encuentro quebrantado y muy ronco.
El film de Sangre y Arena ya lo hemos terminado y estoy
contento. Creo que gustará y será un buen negocio.
El 15 haremos una prueba de él aquí, y allá para el 20 nos
iremos a París con él, pues es mejor venderlo allá ya que dan mucho más39.
Inauguración de la Casa
Pich, Barcelona, junio de 1916
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Después de la proyección de Sangre y Arena, la prensa catalana especializaba comentaba el evento pero sus artículos no ofrecían una critica cinematográfica propiamente dicha, el análisis o la evaluación de la película, sino más bien comunicaban la opinión personal de algunos periodistas; luego, se generó cierta polémica en torno a la película pero también en relación con las declaraciones de Blasco en sus entrevistas anteriores.
En primer artículo lo publicaba El mundo cinematográfico del 25 de octubre, elogiando la película y y reconociendo el mérito de Blasco en su realización:
El establecimiento Industrias
Eléctricas y Exposición Cinematográfica
de Pich
(Foto: Merletti)
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La película Sangre y Arena, que durante tanto tiempo ha mantenido en expectativa la atención del público y de los profesiones de la Cinematografía, ha sido probada, por fin, en el salón de pruebas de la casa «Pich», de esta capital. El éxito de la prueba ha sido completo. […]
El salón de pruebas de
la casa «Pich» estaba invadido por completo, presentando un aspecto
animadísimo. Cinematografistas de todos los órdenes y muchos particulares,
entre los que descollaban varias personalidades de la literatura, la política y
las artes, presenciaron la proyección de Sangre y Arena.[…]
Sangre y Arena, película, ha confirmado las grandes esperanzas que había despertado. Cuando un artista como Blasco Ibáñez so lo propone de firme, y cuenten que este hombre no titubea en sus resoluciones, se pone de un solo tirón — valga la frase — a la cabeza de todo aquello en que pone mano30.
Sangre y Arena, película, ha confirmado las grandes esperanzas que había despertado. Cuando un artista como Blasco Ibáñez so lo propone de firme, y cuenten que este hombre no titubea en sus resoluciones, se pone de un solo tirón — valga la frase — a la cabeza de todo aquello en que pone mano30.
A pocos días, la revista El Cine publicaba también un artículo sobre la prueba de la película comentando la reacción contradictoria de los asistentes al acontecimiento; sus elogios eran para el joven operador
La sesión —aunque privada— tuvo los honores de un acontecimiento, no solo para los profesionales, sino también para algunas docenas de personal ajenas a la familia cinematográfica, ya que se congregaron en la sala de pruebas de la casa Pich, artistas, literatos, políticos y algunas personalidades.
Y ocurrió lo que suele acontecer en estas ocasiones, que
mientras al grupo de extraños a la industria pareció excelsa la película, no
opinó lo mismo la grey cinematográfica.
¿Motivos para esta la
contradicción? Los de que el asunto no pasa de ser una película de exportación
como la podrían haber llevado a cabo nuestros eternos descubridores; que sobran
más de mil metros de film y que ni siquiera vimos una sola faena de torero en
las veinte y tantas veces que asistimos a la corrida.
El senado cinematográfico aplaudió por unanimidad la labor
artística del operador Sr. Castelló que en Granada y Sevilla ha obtenido
verdaderos prodigios de luz, de ambiente y de color31.
Anuncio en Arte y
cinematografía, 15-31 de octubre de 1916.
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Al mismo tiempo, la importante revista cinematográfica barcelonesa Arte y cinematografía, en su último número de octubre29, anunciaba el acontecimiento de la Casa Pich pero sin hacer ningún comentario respeto de la película. En cambio, publicaba dos artículos relacionados al tema: uno32, manifestando el desacuerdo con la opinión de Blasco sobre el cine español y expresando cierta desconfianza en los proyectos del escritor valenciano; el otro33, en oposición directa con la revista El Mundo cinematográfico, criticaba los comentarios de esta publicación que elogiaban los proyectos cinematográficos de Blasco.
En esta época, cuando el cine catalán empezaba a vivir sus años dorados y Barcelona era considerada la capital del cine español, la respectiva revista era la publicación más influyente en aquel medio. Por razones poco claras, Arte y cinematografía había tomado una posición algo hostil hacia la película de Blasco Ibáñez desde el inicio del rodaje. En su número de agosto, incluía la conocida entrevista de Mario Aguilar a Blasco, pero al mismo tiempo publicaba un artículo donde, bajo una particular visión, criticaba la producción de Sangre y arena y su autor; era la misma visión que exponían varios periódicos de orientación católica21, 34, y que según parece, la compartían también algunos intelectuales de la época:
En noviembre, unas semanas después de la proyección de Sangre y Arena en el salón de Pich, Arte y cinematografía publicaba un extenso artículo firmado por su
director literario Andrés P. de la Mota, comunicando la posición que adoptaría
la importante revista respecto a la película; había decidido no ofrecer al
público lector ningún análisis de la
obra, ni un juicio crítico siquiera del todo ni de parte de la misma… y
continuaba:
El porqué de nuestra
conducta lo hemos dicho desde el primer momento: Porque estimamos que había de resultar una película
que envolvería un concepto depresivo para España y para todos los españoles,
tanto más, cuanto que sospechábamos—quizás sin razón, —que el espíritu que
informaba la empresa de realizarlo, era puramente mercantil.
El día que la película
Sangre y arena se presente en público,…
Arte y cinematografía la juzgará con arreglo a su leal saber y entender36.
Seis meses más tarde, cuando se estrenaba en España Sangre y Arena y lograba imponerse con gran éxito, la renombrada revista no volvía a opinar y nunca publicó su juicio crítico de la obra.
Seis meses más tarde, cuando se estrenaba en España Sangre y Arena y lograba imponerse con gran éxito, la renombrada revista no volvía a opinar y nunca publicó su juicio crítico de la obra.
Publicidad - abril de 1917 |
Además, en el artículo mencionado se le reprochaba a Blasco
Ibáñez haber presentado su obra ante un
público español y en tierra española con títulos en francés. Era otra
crítica injusta dirigida al escritor ya que se sabía con anterioridad que la
película se estrenaría en París y además, su productor contaba con el respaldo
y la colaboración de empresas francesas.
Aquella versión inicial proyectada en el salón de pruebas
de Barcelona bajo el título de Arènes
Sanglantes, era la versión francesa. Tenía un prólogo y cuatro partes, y duraba
unas tres horas; los intertítulos era en francés y la música en vivo que acompañaba
las imágenes era una rapsodia española. No existen copias de la película inicial, ni se publicaron fotografías del espectáculo de aquella noche pero entre los asistentes hubo varios periodistas
- aunque oficialmente la prensa no había sido invitada -y sus artículos permiten
conocer ciertos detalles acerca de la versión proyectada. Así, la prensa madrileña publicaba en enero de 1917, un
interesante artículo redactado probablemente un par de meses antes, comentando aspectos ineditos de la película presentada en Barcelona:
Aparece Blasco en el
primer cuadro. Bajo el sombrero de paja destaca su cabeza mora. Cuello
Schiller. Fuma vorazmente un cigarrillo, y para que el público no dude que él
es español, lanza el humo por las narices en chorros intermitentes y espesos. Y
van apareciendo Gallardo el torero, dona Sol, «Plumitas» el bandolero y toda la
fauna excéntrica que acompaña al matador. La película recoge a éste desde la
infancia y en el lienzo desfila toda la minuciosa biografía de un torerito […]
En su primera etapa cinematográfica Blasco Ibáñez tenía la intención de llevar a la pantalla sus novelas regionales y rodarlas en Valencia pero finalmente no lo logró.
«Sangre y Arena» quedo su única película realizada en España.
En octubre de 1916, después de casi tres meses de trabajo cinematográfico, Blasco y su equipo
habían finalizado gran parte del proyecto y pronto, el
novelista debía volver a Francia para ocuparse de la presentación de su film en París, de la publicidad y la distribución.
El jueves 26 de octubre, emprende el viaje de regreso a la Ciudad de la Luz donde lo esperaba un nuevo reto de su incursión en el mundo del cine: construir una verdadera estrategia mediática para comercializar «Sangre y Arena» a nivel internacional.
El jueves 26 de octubre, emprende el viaje de regreso a la Ciudad de la Luz donde lo esperaba un nuevo reto de su incursión en el mundo del cine: construir una verdadera estrategia mediática para comercializar «Sangre y Arena» a nivel internacional.
Fuentes e ilustraciones: del archivo del autor.
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