Es un viaje virtual, probablemente poco común.
Intentaré seguir a Blasco Ibáñez en su Vuelta al mundo, haciendo el papel de “la fotógrafa” que debería acompañarle para ilustrar el mundo que encontró y describió el novelista.
Será una larga aventura virtual que seguramente, en el mundo actual, a pocos les puede interesar. Ahora, me interesa a mí y a dos o tres personas más. Es suficiente para comenzar.
Si durante esta hazaña, alguno de los lectores puede y quiere colaborar aportando más información o imágenes relacionadas con el tema, sería un gran apoyo para llevar a cabo la ilustración de aquel viaje que tanto conocimiento nos aporta sobre una época lejana de un tiempo que no vivimos.
Si durante esta hazaña, alguno de los lectores puede y quiere colaborar aportando más información o imágenes relacionadas con el tema, sería un gran apoyo para llevar a cabo la ilustración de aquel viaje que tanto conocimiento nos aporta sobre una época lejana de un tiempo que no vivimos.
El contenido de esta serie, igual que el blog en general, está en permanente revisión y transformación. Al encontrar nueva información, se completará la publicada anteriormente. También, si en lo publicado resultan datos incorrectos, estos serán eliminados.
El blog, realizado con el propósito de enriquecer nuestros conocimientos y sin ningún ánimo de lucro, está abierto a comentarios, discusiones, aportaciones; está a disposición de todos los interesados.
Gracias a todos y un Feliz viaje!
En los años veinte, el dar la vuelta al mundo en un crucero de lujo era un privilegio reservado para los más ricos y Blasco Ibáñez lo era. Su fortuna y su fama mundial le habían llegado unos cuatro años antes del viaje y había sido a través de su talento, de su obra.
Introducción
En los años veinte, el dar la vuelta al mundo en un crucero de lujo era un privilegio reservado para los más ricos y Blasco Ibáñez lo era. Su fortuna y su fama mundial le habían llegado unos cuatro años antes del viaje y había sido a través de su talento, de su obra.
En 1923, cuando decide iniciar su viaje, Blasco Ibáñez había alcanzado un gran éxito internacional como novelista, tenia 56 años de edad y vivía en su villa Fontana Rosa de Menton, Francia. El escritor valenciano no gozaba de buena salud; tenía una diabetes mellitus tipo 2, diagnosticada muchas años antes, que le afectaba progresivamente la visión, aceleraba su envejecimiento y que finalmente, el 28 de enero del 1928, un día antes de cumplir la edad de 61 años, precipitó su muerte.
Aunque su salud física no era muy buena, su espíritu aventurero le impulsó a realizar aquel largo viaje.
En octubre de 1923, ante un periodista español, el escritor decía: " … vivo encerrado en Menton y trabajo para un trust norteamericano de doscientos sesenta y tres diarios, la cadena Hearst. Además, el sábado por la mañana me marcho a dar la vuelta al mundo”.
Aunque su salud física no era muy buena, su espíritu aventurero le impulsó a realizar aquel largo viaje.
V. Blasco Ibáñez en la Costa Azul, años 20 |
Fue el sábado 20 de octubre del 1923, cuando el inquieto novelista valenciano salía a emprender una nueva aventura, un periplo a través de los mares para experimentar y luego compartir con sus lectores impresiones, emociones, sensaciones y anécdotas vividas.
Blasco Ibáñez, acompañado por su pareja Elena Ortuzar y por Casilda Jiménez, la dama de compañía de esta, embarca en el puerto de Cherbourg en el RMS Mauretania, un trasatlántico de lujo que había salido de Southampton para llegar a Nueva York el día 26 de octubre.
En Nueva York, Blasco Ibáñez permaneció hasta el 15 de
noviembre, cuando el SS Franconia, un trasatlántico de lujo operado por Cunard Line, inicia el segundo crucero alrededor del mundo.
La primera vuelta al mundo en un barco de pasajeros había sido organizada y realizada un año antes, por la misma compaña en su SS Laconia, transatlántico hermano de SS Franconía.
Durante su estancia en Nueva York, Blasco Ibáñez y sus acompañantes, Elena Ortuzar y Casilda Jiménez, se hospedaron en una suite del Hotel McAlpin; construido en 1912, a su inauguración era considerado el hotel más grande del mundo.
Sobre su estancia en Nueva York y la gran popularidad del novelista valenciano allá, José A. Balseiro, un escritor
puertorriqueño que lo acompañaba colaborándole como interprete del inglés, relataba:
"Una mañana me dijo Blasco —era noviembre de 1923—: «El gerente de la librería Brentano's me ha pedido que vaya allí. ¿Quiere acompañarme? Ya sabe que no hablo inglés ni lo aprenderé nunca, pues me parece que, de hacerlo, me cambiaría mi suerte». Accedí, gustoso. Ya en la librería, poco hablamos con el encargado. Tan pronto los clientes advirtieron la presencia de «Mr. Ibáñez» —y sin que mediara dependiente alguno— el selfservice se adelantó a la época. Cogían un ejemplar de cualquiera obra de Blasco traducida al inglés, y se apresuraban a solicitar su autógrafo. Don Vicente, complacido, e invariablemente, escribía esta frase de ocasión —la única que había aprendido en inglés—: «With best wishes, V. Blasco Ibáñez».
Llegado el día jueves 15 de noviembre, Blasco Ibáñez embarca en el FRANCONIA para iniciar el
primer y último crucero de su vida; lo acompañaban Elena y Casilda.
El viaje alrededor del mundo, de Nueva York a Nueva York, duró cuatro meses y medio, desde el 15 de noviembre de 1923, hasta el 30 de marzo de 1924.
Blasco Ibáñez no realizó el viaje completo sino que el 14 de marzo del 1924 desembarcó en Mónaco.
NOTA ADICIONAL:
El tercero, RMS Franconia 3 (1963-1973), originalmente denominado RMS Ivernia, fue construido por John Brown & Company en Clydebank, Escocia para Cunard Line. Botado el 14 de diciembre 1954, hizo su primer viaje a Quebec y Montreal en julio de 1955. Era un transatlántico de pasajeros, entre el Reino Unido y Canadá. En 1963 fue reacondicionado como barco para cruceros y renombrado RMS Franconia, en reconocimiento al importante papel en la guerra del Franconia 2 y teniendo en cuenta su fama y popularidad como crucero alrededor del mundo. Retirado de servicio en 1971, fue vendido a la Unión Soviética en 1973. El Franconia se convirtió en el TS Fedor Chaliapin (BLASCO), nombre de un famoso barítono ruso. Siguió como crucero de gran éxito en los años 70, pero su larga historia terminó en 1994. En su último crucero del verano de 1994, partió desde San Petersburgo y haciendo escala en 20 puertos de Europa y en el Mediterráneo, terminó en Odessa, en el Mar Negro.
Blasco Ibáñez, acompañado por su pareja Elena Ortuzar y por Casilda Jiménez, la dama de compañía de esta, embarca en el puerto de Cherbourg en el RMS Mauretania, un trasatlántico de lujo que había salido de Southampton para llegar a Nueva York el día 26 de octubre.
Puerto de Cherbourg en los años 20 |
Lista de los pasajeros que salieron de Cherbourg en SS Mauretania, el 20 octubre 1923
Una de las lista de pasajeros llegados a Estados Unidos en SS Mauretania, el 26 octubre 1923
La primera vuelta al mundo en un barco de pasajeros había sido organizada y realizada un año antes, por la misma compaña en su SS Laconia, transatlántico hermano de SS Franconía.
Los primeros dos cruceros: Laconia (1922) y Franconia (1923) |
El SS Laconia, sucesor del anterior Laconia (1911-1917), había sido construido por Swan, Hunter & Wigham Richardson y botado el 9 de abril
de 1921; hizo su viaje inaugural el 25 de mayo de 1922, de Southampton a Nueva
York.
El 21 de noviembre de 1922, partía como el primer crucero alrededor del mundo y después de 130 días, haciendo escala en 22 puertos, llegaba de vuelta a Nueva York, el 30 de marzo 1923.
Fue un evento de mucho éxito para aquella época.
El 21 de noviembre de 1922, partía como el primer crucero alrededor del mundo y después de 130 días, haciendo escala en 22 puertos, llegaba de vuelta a Nueva York, el 30 de marzo 1923.
Fue un evento de mucho éxito para aquella época.
RMS Laconia 1922 |
Durante su estancia en Nueva York, Blasco Ibáñez y sus acompañantes, Elena Ortuzar y Casilda Jiménez, se hospedaron en una suite del Hotel McAlpin; construido en 1912, a su inauguración era considerado el hotel más grande del mundo.
Hotel McAlpin, 1912 |
"Una mañana me dijo Blasco —era noviembre de 1923—: «El gerente de la librería Brentano's me ha pedido que vaya allí. ¿Quiere acompañarme? Ya sabe que no hablo inglés ni lo aprenderé nunca, pues me parece que, de hacerlo, me cambiaría mi suerte». Accedí, gustoso. Ya en la librería, poco hablamos con el encargado. Tan pronto los clientes advirtieron la presencia de «Mr. Ibáñez» —y sin que mediara dependiente alguno— el selfservice se adelantó a la época. Cogían un ejemplar de cualquiera obra de Blasco traducida al inglés, y se apresuraban a solicitar su autógrafo. Don Vicente, complacido, e invariablemente, escribía esta frase de ocasión —la única que había aprendido en inglés—: «With best wishes, V. Blasco Ibáñez».
Otra mañana me llamó para invitarme a almorzar. Luego iríamos
a ver el Franconia, trasatlántico que iba a llevarlo alrededor del mundo.
Cuando llegamos al muelle de la Cunard Line, el guarda nos dijo que no podíamos
pasar al buque. En ese momento pasó por allí un oficial. Le hablé en nombre de
Blasco. Y tan pronto como oyó su nombre, nos condujo a bordo y nos mostraron
todo el buque.
Al siguiente día Blasco firmó nuevos contratos de
traducciones y adaptaciones de sus libros a la pantalla".
El viaje alrededor del mundo, de Nueva York a Nueva York, duró cuatro meses y medio, desde el 15 de noviembre de 1923, hasta el 30 de marzo de 1924.
Blasco Ibáñez no realizó el viaje completo sino que el 14 de marzo del 1924 desembarcó en Mónaco.
Nueva York, 1923 - Vicente Blasco Ibáñez a bordo del
Franconia
|
RMS Franconia , inicia La Vuelta al Mundo el 15 de noviembre de 1923. Vicente Blasco Ibáñez era uno sus pasajeros. |
La ruta del
Franconia alrededor del mundo 1923-1924
|
Durante el largo periplo, el novelista aprovecha cada momento
y cada sitio para relatar lo que observa, describir con su genial talento cada uno de los lugares con su gente, su historia y sus costumbres. Finalmente reúne las impresiones de aquella inedita experiencia en su libro La vuelta al mundo de un
novelista, publicado en tres tomos por la Editorial Prometeo de Valencia; los dos primeros aparecían en 1924 y el tercero a principios del 1925.
La vuelta al mundo de un novelista, considerado como un
libro de viajes, no es una obra de erudición sino un reportaje sobre el mundo
en el período de entreguerras. En sus páginas se percibe la visión particular del autor, su
acento personal e intransferible, pero también una mirada crítica y objetiva. Parece que en su viaje, el novelista desea comprobar si todo lo leído durante tantos años acerca del mundo y sus maravillas, es verdad, y si esta verdad se parece a la suya.
Trenzando perfectamente la descripción con la narración, el enciclopédico Blasco Ibáñez con su talento de periodista y sus amplios conocimientos sobre historia, política, economía o cualquier otro aspecto social de los países visitados, expone un fabuloso viaje geográfico y temporal.
Relata no solo su experiencia personal en el crucero, sino también las anécdotas que van sucediendo, dejando entrever lo que le gusta o le desagrada; examina cada una de las realidades encontradas y reflexiona sobre las vivencias de cada lugar. Con su gran vocación para ilustrar narrando, expone serenamente y de forma magistral todo aquello que le emociona: imágenes y sensaciones.
Trenzando perfectamente la descripción con la narración, el enciclopédico Blasco Ibáñez con su talento de periodista y sus amplios conocimientos sobre historia, política, economía o cualquier otro aspecto social de los países visitados, expone un fabuloso viaje geográfico y temporal.
Relata no solo su experiencia personal en el crucero, sino también las anécdotas que van sucediendo, dejando entrever lo que le gusta o le desagrada; examina cada una de las realidades encontradas y reflexiona sobre las vivencias de cada lugar. Con su gran vocación para ilustrar narrando, expone serenamente y de forma magistral todo aquello que le emociona: imágenes y sensaciones.
Probablemente, Blasco Ibáñez realizó este largo viaje
impulsado por su impetuosa necesidad de aprender. Al finalizar el libro, el
escritor afirma:
“Lo que he aprendido es que debemos crearnos un alma nueva,
y entonces, todo será fácil. Necesitamos matar el egoísmo; y así, la abnegación
y la tolerancia, que ahora sólo conocen unos cuantos espíritus privilegiados,
llegarán a ser virtudes comunes de todos los hombres.”
V. Blasco Ibáñez en París, después de su viaje alrededor del mundo. 1924 |
NOTA ADICIONAL:
El crucero de 1923-1924 a bordo del RMS Franconia, en el que viajó V. Blasco Ibáñez, se considera la segunda vuelta al mundo en un barco de pasajeros. El trasatlántico era el RMS Franconia 2 operado por Cunard Line entre 1922 y 1956, el segundo de los tres buques de esta compañía, nombrados Franconia.
El primero, RMS Franconia 1 (1910- 1916), construido en 1910 por los astilleros ingleses de Swan Hunter & Wigham Richarson de Newcastle para Cunard Line, fue botado el 23 de julio 1910. Realizó su viaje inaugural el 25 febrero de 1911, entre Liverpool y Nueva York. Considerado el primer barco de pasajeros que tenía un gimnasio, como complemento recreativo, fue destinado a la ruta del Atlántico Norte, entre Liverpool y Boston. En 1915, durante la Primera Guerra Mundial, es reconvertido en buque para transporte de tropas pero el 4 de octubre de 1916 es torpedeado y hundido por un submarino alemán, al Este de Malta.
RMS Franconia (1910- 1916). Mayo 1911 - El primer viaje a Boston, mayo, 1911 |
Es segundo RMS Franconia 2,(1922-1956) botado el 21 de octubre de 1922 en el astillero de John Brown & Co en Clydebank, Glasgow, Escocia, realizó su viaje inaugural en junio de 1923, entre Liverpool y Nueva York. En los siguientes años navegó esta ruta durante los meses de verano y pasaba los inviernos de crucero, alrededor del mundo.
Su alojamiento era para 221 pasajeros de primera clase, 356 de segunda y 1.266 de tercera clase. Tenía lujosos interiores, con decoración muy original, grandes salones, jardín, piscina, una sala de fumadores inspirada en el estilo del siglo XV , un centro de salud, una cancha de racquetball .
Después del crucero de 1938-1939, comenzó la Segunda Guerra Mundial y en septiembre de 1939, el buque fue requisado para el transporte de tropas. En la guerra, durante casi 9 años, llevó más de 150.000 tropas. Sufrió averías, accidentes, colisiones, bombardeos, pero siguió como un valiente soldado.
Hacia el final de la guerra, en enero de 1945, el Franconia tuvo su momento de gloria: sirvió como buque cuartel general de W. Churchill y la delegación británica en la Conferencia de Yalta , en Crimea, cuando el 'Big Three' - Churchill, Roosevelt y Stalin - se reunieron entre 4 y 11 de febrero, para discutir el futuro del mundo de la posguerra.
Finalizada la guerra, el Franconia volvió a Liverpool en marzo de 1945 y siguió al servicio del gobierno, repatriando las tropas y prisioneros; hizo varios viajes a través del Atlántico llevando tropas y refugiados.
El junio de 1948, es devuelto a Cunard Line. Una vez reacondicionado, reanuda el servicio de pasajeros el 2 de junio 1949, en la ruta comercial entre Liverpool y Canadá, alternado en invierno con cruceros de placer.
En noviembre 1956, el Franconia hizo su viaje transatlántico final, Liverpool-Nueva York-Liverpool y fue vendido a la British Steel & Iron Corporation. El 14 de diciembre, dejó Liverpool para ser desguazado en Inverkeithing.
RMS Franconia (1922-1956), en los años 20 |
El tercero, RMS Franconia 3 (1963-1973), originalmente denominado RMS Ivernia, fue construido por John Brown & Company en Clydebank, Escocia para Cunard Line. Botado el 14 de diciembre 1954, hizo su primer viaje a Quebec y Montreal en julio de 1955. Era un transatlántico de pasajeros, entre el Reino Unido y Canadá. En 1963 fue reacondicionado como barco para cruceros y renombrado RMS Franconia, en reconocimiento al importante papel en la guerra del Franconia 2 y teniendo en cuenta su fama y popularidad como crucero alrededor del mundo. Retirado de servicio en 1971, fue vendido a la Unión Soviética en 1973. El Franconia se convirtió en el TS Fedor Chaliapin (BLASCO), nombre de un famoso barítono ruso. Siguió como crucero de gran éxito en los años 70, pero su larga historia terminó en 1994. En su último crucero del verano de 1994, partió desde San Petersburgo y haciendo escala en 20 puertos de Europa y en el Mediterráneo, terminó en Odessa, en el Mar Negro.
Maravilloso blog lo estoy leyendo entusiasmado soy un enamorado de blasco Ibáñez.
ResponderEliminarBienvenido al blog - un pretendido encuentro virtual y atemporal con VBI!!!
EliminarSaludos desde Valencia!
MARGA
1927 disculpa.
ResponderEliminarLeí esta trilogía hace ya algunos años, pero siempre vuelvo leo apartes. Para mi fue la oportunidad de "dar la vuelta al mundo" como un viaje en el tiempo. Ojala y puedas completar la aventura, lo seguiré con interés. Enhorabuena y feliz viaje.
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